Llegaste a mi vida sin esperarte, Cuando te vi, lo menos que pensé fue en tus brazos refugiarme, Sin saberlo te fuiste quedando en mi, Como el agua que alimenta la rosa en la primavera, Como la luz del sol que ilumina después de la tormenta.
Me sonreiste sin propósitos de conquistarme Para tus aventuras de una noche, Aunque sabes que tengo atributos físicos que pueden cautivarte, Y estoy segura que jamás imaginaste que me moría por besarte Sin intenciones de quererte y menos de soñarte.
Pero por suerte tu simple "hola" llamo mi atención, Tu sonrisa me enseño a confiar en un nuevo amigo; Tus ojos, ventanas transparentes de tu alma Me enseñaron a quererte en menos de un segundo Y soñarte fue de gratis mi querido niño... Porque sin conocerme me confiaste
Desde tu mas oscuro secreto hasta el mas íntimo de tus sueño,
Y yo con miedo a perderte te confié la cruz que a diario cargo, la que me condea a mi abismo Y en lugar de juzgarme, solo me abrazaste Y susurraste: "todo estará bien, aqui estoy yo contigo".
Hoy que estas aquí, te quiero decir: Que nada seria lo mismo sin ti, Llegaste a mi vida y no te pienso dejar ir, Los amigos no aparecen de la nada solo por que si... Quiero que sepas que eres mi sol,
Pues apareciste justo al final de mi tormenta Y tu amistad es el arco iris que a mi paisaje complementa.
Me sonreiste sin intenciones de conquistarme Y mira tu como mi vida cambiaste, Te bese sin intenciones de quererte Y mira tu, ahora tengo miedo de perderte, Pero por suerte, los verdaderos amigos son para siempre. Mariela Reneé García Vélez Marzo 7, 2012. 22:03 horas.